La crisis subjetivo se suscita cuando, en el orden de lo discursivo, los llamados “recursos”, las palabras, las imágenes, la rutina, en fin,...
La crisis subjetivo se suscita cuando, en el orden de lo discursivo, los llamados “recursos”, las palabras, las imágenes, la rutina, en fin, aquello que guarda relación con el aparato simbólico, se encuentra en determinado imprevisto, impotente para atemperar el real sin ley, desencadenado e imposible de dominar. “la urgencia aparece como una ruptura en la linea del tiempo, saca al sujeto de sus rutinas y lo fuerza a elaborar una nueva relación con lo real” (Seldes, 2019, p. 20). Cabe precisar que la urgencia en el parletre puede ser definida como un tiempo, momento de respuesta frente a lo traumático (por excelencia tychico), es decir, segundo respecto al troumatisme del lenguage.
Dicha respuesta puede darse por las vías del actuar, ya sea en el orden del acting out o del pasaje al acto. Siendo que “en el segundo ya no se piensa. El posible pasaje al acto de quienes consultan puede conducirnos a nosotros mismos a actings out.” (Seldes, 2019, p. 21) la operatividad frente a la urgencia siempre es un engima, la posición analítica no sabe “a priori” como resolver dicha crisis, de lo único que podemos contar es de nuestra “docta ignorancia”. De lo único que sabremos será de aquello que visibilizamos aprés-coup, es decir, por sus efectos, efectos de una práctica orientada.
Es inevitable pensar la urgencia subjetiva a la par del “trauma” y de la “angustia” como coordenadas de su entendimiento. Por un lado, el trauma:
Es uno de esos acontecimientos que tocan lo real, asi como la alucinación en la psicosis o la experiencia del goce en el perverso. La neurosis experimenta momentos de angustia que aproximan al sujeto del inconsciente a lo real, y lo arrancan de su tendencia a considerar la vida como un sueño. (Seldes, 2019, p. 22)
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